Entre 1995 y 1996 esta novela de Emilio Larrosa llevó al estrellato a Carlos Bonavides con su ya legendario personaje de Güicho Domínguez, un hombre humilde y de familia numerosa que se gana la lotería. Aunque fue un gran éxito y parte aguas para este género melodramático/cómico, no quiere decir que necesariamente fuese bueno el producto final, el cual se distinguió por exagerar y hasta denigrar de más a la población de bajos recursos de México. Si no nos creen, pregúntenle a Diego Luna, quien participó cuando era un niño regordete en este culebrón que aún le causa pesadillas y seguramente no incluye en su currículum.
En otra terrible historia 'populachera' de Emilio Larrosa, con el primer gran papel protagónico de la guapísimaAracely Arámbula que además con esto se lanzó como cantante. En la absurda trama Perla (Arámbula) es una chica humilde con poderes clarividentes, los cuales no son lo suficientemente efectivos pues toda la novela se la pasa metiendo la pata una y otra vez, sumergiéndola en situaciones imposibles que al final la llevan a un desenlace de cuento de hadas.
En esta telenovela mal escrita y pésimamente actuada con un elenco experimental en el que se le dio la oportunidad (desperdiciada) de protagonizar a Alessandra Rosaldo, Erick Elias y Laura Carmine; junto al veterano galán Eduardo Santamarina quien se suponía fuese quien salvara la novela del desastre y resultó ser en gran medida el responsable de su fracaso debido a su lamentable interpretación como invidente. Tuvo tan poca audiencia que fue acortada.
En los 80 y 90 había un nombre sinónimo de éxito y mundo pop, al menos en México y gran parte de América Latina, se trataba de Luis de Llano Macedo, creador de Timbiriche y muchos otros grandes éxitos musicales y televisivos. Esta novela fue un ejemplo predecesor de 'Rebelde', aunque un poco más dramática y extrema en la que se juntó a los jóvenes actores más talentosos para que cantaran, con los cantantes más sexys para que actuaran. También recordamos la participación de la que hoy es la primera dama de México, Angélica Rivera. El resultado fue un éxito que marcó generaciones, el debut e introducción a México por la puerta grande de Ricky Martín, pero una verdadera mala telenovela que causa pena por sus malas actuaciones y diálogos ridículos.
Uno de los más recientes fracasos de Emilio Larrosa (¿quién le sigue dando luz verde para hacer estas novelas tan malas?), fue esta historia que prometía mucho con su elenco multiestelar encabezado por Anahí, Sergio Goyriy el galán internacional Carlos Ponce. La realidad es que fue tan mala y absurda su historia, tan poco creíbles e irrisorias sus actuaciones, que adelantaron su final, recortando la novela casi a la mitad.
Esta novela significó el debut y despedida de Yuri como actriz de telenovelas, en las que además contó como su galán con Chayanne, quien al igual que la cantante pasó sin pena ni gloria. Con una historia pretenciosa y semi biográfica de la mexicana, sin mencionar las deplorables actuaciones de sus protagonistas fue un terrible intento por llevar el éxito arrasador que tenía Yuri a un nivel al que nunca debió entrar.
No es secreto para nadie que Eduardo Capetillo es atractivo y que su esposa Biby Gaytán es hermosa, pero tampoco es un secreto el hecho que ninguno canta bien, y mucho actúa mejor, así que la combinación de ambos en una historia romántica llena de conflictos gastados, redundantes y que no ofrecían nada nuevo en su trama resultó tediosa, aburrida y ofensiva para el público, llevando a que fuese cancelada.
En 1993 Osvaldo Ríos protagonizó esta telenovela de venganza e intriga junto a tres amores: Alejandra Maldonado,Caridad Ravelo y Lumi Cavazos; tres grandes actrices que seguro se arrepienten de haber hecho esta terrible telenovela.
En otra nueva y terrible idea de Emilio Larrosa por tratar de 'retratar' al pueblo mexicano y su clase humilde; insultó al público, su inteligencia y buen gusto con este melodrama hueco en el que le pareció buena idea juntar aMaribel Guardia con su ex, Joan Sebastian quien de actor no tiene un pelo. Al principio la novela fue una novedad por su temática musical y ranchera, pero al final, terminó siendo lamentable y penosa; ni las curvas de Maribelpudieron salvarla.
El año pasado Televisa firmó un contrato de exclusividad con una estrella mexicana internacional nominada alPremio Tony, que terminó degradándose terriblemente luego del fracaso de esta novela en la que además retornaba triunfante Lucía Mendez a la televisión en el papel de una villana. Con un galán débil, una trama mediocre y actuaciones demasiado teatrales y exageradas, sin contar con un melodrama excesivo que al final nadie le creyó a la pobre de Bianca Marroquín, quien mejor debería seguir como jurado, bailarina y regresar aBroadway, donde sí puede brillar y explotar todo su talento.
En un intento por recrear el 'éxito' fatulo de Alcanzar una Estrella, Luis de Llano pensó en la ridícula historia de amor en la que Lorena Rojas podría enamorarse de un roquero, y lo más ridículo, pensar que el rockero podría ser Eduardo Capetillo. Un poco más dramática de lo habitual, lo único bueno fue el final.
Karla Álvarez es muy talentosa y como villana es una de las mejores, pero sin duda como protagonista y niña buena, en definitiva no funciona, y para muestra basta esta aburrida y melosa telenovela en la que el papel de niña dulce es tan exagerado que incluso llegó a caerle mal al público que antes la adoraba como antagonista.
En 1999 Luis de Llano finalmente entendió y tras varios intentos y refritos de su propio primer éxito mal hecho (Alcanzar una Estrella), hizo su último intento con esta historia idéntica en la que varios jóvenes quieren formar un grupo, triunfar y se enfrentan al rechazo de sus padres, las tentaciones del alcohol, las drogas, el amor, el desamor y las malas actuaciones. Otro intento lamentable que se detuvo hasta que llegó la epidemia de RBD , otra novela pero con un concepto mucho mejor logrado.
Recientemente Edith González cambió de televisora, un movimiento no precisamente sabio, sobretodo si tomamos en cuenta el resultado con esta pésima telenovela de TV Azteca, en al que no sólo la calidad actoral de sus protagonistas era dudosa, hasta la producción parecía hecha en foros y con cámaras de los años 80.
En el 2000 Lucía Mendez trató de retomar su trono como reina de las novelas con esta producción de TV Azteca, en la que con una historia prometedora, se fue poco a poco en picada, en parte pues la mayoría de los actores realizaron interpretaciones exageradas que resultaron poco atractivas para las nuevas generaciones.
De Juan Osorio, uno de sus grandes fracasos. Larga, dividida en dos etapas y con elencos diferentes que no ayudaron mucho a salvar el melodrama, resultó un intento fallido de originalidad nula, pues además se trata de un refrito de dos telenovelas distintas fusionadas.
Nuevamente Emilio Larrosa volvió a sorprender, ahora con una novela de temática ecológica, gancho con el que convenció a sus actores Edith González, Gabriel Soto y Jaime Camil, de participar en el proyecto, el cual se derrumbó tal como los árboles talados en la trama del culebrón.
Susana González es muy buena actriz pero como protagonista deja mucho que desear y para muestra basta esta historia aburrida y en la que se nos cuenta la misma historia de siempre en la que la joven bella y pobre caída en desgracia y con sueños de grandeza, termina enamorada de un guapo millonario, con quien, luego de sortear todo tipo de terribles pruebas diseñadas por los malosos de la historia, terminan juntos y felices.
Gabriela Spanic y Saúl Lizaso, una combinación que parecía perfecta, hasta que los escuchan hablan, con sus terribles acentos y sus exageradas actuaciones; pero más allá de eso, su carisma, personalidad, belleza y popularidad creyeron los productores serían suficientes para salvar esta historia rebuscada y cuyo final era más predecible que el de 'Titanic'.
Una versión circense de cualquiera de las 'Tres Marías' de Thalía, que no logró cautivar al público ante el poco talento de su inexperta, aunque hermosa protagonista (África Zavala) y su sabido por todos, poco talentoso galánEduardo Capetillo.
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