SIGUE AL PIE DE LA LETRA UN EXTRAÑO PROCESO PARA NO QUEDARSE PELÓN:
¡SEBASTIÁN RULLI TIENE CACA EN LA CABEZA!
Aclaro, amigos lectores que este hecho no representa ninguna referencia a la inteligencia o posibles pensamientos del guapetón Rulli... Se trata de una tragedia en la cual este galán de telenovela sufre lo indecible al ver su carrera artística en peligro, dado que se está quedando pelón, y de ahí lo de la caca en su cabeza. Es, en verdad, un tremendo darma para que este tipo, tipazo, galanazo... tan altote, güerote, fuertote y chichón, y a punto de quedarse sin greñas por el inevitable discurrir del tiempo.
Bueno, me dejaré de jaladas porque sospecho que están a punto de dejar de leer y me lanzaré directo a lo que les encanta (cochinotes), es decir, los detalles morbosos.
La onda es que Rulli se está quedando calvo y esto no tiene necesidad de aportación de pruebas, pues basta con verlo en la telenovela 'LO QUE LA VIDA ME ROBÓ' para darse cuenta de que le quedan como 17 cabellos en la chompeta, por lo cual se podría proyectar una película en la frentota que le aflora. Entonces el actor aprovechó su reciente visita a Argentina, país al que fue a grabar escenas del teledrama, para darse una vuelta a una clínica de belleza, en la cual, dicen cientos de famosos argentinos, aplican tratamientos que evitan la caída del pelo, lo cual yo no creo, pero el Rulli sí.
Así las cosas, ahí va Sebastián a la clínica que les cuento y ahí le explicaron todo lo relacionado con un extraño método para evitar que se quede con la cabeza de foco. Y justamente aquí es donde acomoda perfecto eso de que el galanazo tiene caca en la cabeza porque el tratamiento que le recomendaron y que el decidió seguir al pie de la letra, se basa en la aplicación de heces de vaca.
Pero no crean que la calabaza se la pone Sebastián así nomás, tampoco debo ser manchado y sí es mi deber informar con precisión de que se trata la onda. La caca de vaca primero se procesa en un laboratorio con tecnología de punta; le quitan todos los residuos de hierba que contenga, luego la calientan para apartar de ella la partícula de grasa y, finalmente, rescatan las moléculas de sangre que contenga y estas son las que Rulli debe untarse en la tatema, de tal modo que no huele tan gacho como se están imaginando. Sin embargo, lo que no cambia es que trae heces en la de pensar.
Advertencia, queridos lectores, si en estos días ven fotografías de Sebastián Rulli luciendo paliacate en la cabeza y la explicación para tal prenda es que andaría practicando deportes extremos, no le crean ni madres porque se tratará de la oportuna aplicación de su tratamiento contra la calvicie.
Crédito: Luis Adrián Ysita.